Después del escándalo de Cambridge Analytica, muchas personas, especialmente en Estados Unidos han perdido la confianza en Facebook. Muchos predicen que puede ser el inicio del final del medio social porque muchas personas lo dejarán de usar.
Pero la gran mayoría de los usuarios se quedarán, aunque no quieran.
Facebook se ha hecho una herramienta muy importante para la comunidad que usa internet que para muchas personas Facebook es básicamente el internet. Esto es particularmente cierto en países menos desarrollados, donde hay una gran penetración de la red de internet (en Honduras hay una penetración de internet del 80% de la población. La mayoría se conectan desde su teléfono inteligente) porque gran parte de la población no puede pagar un plan de datos para utilizar todos los servicios de internet, sino que pagan servicios de acceso reducido mediante los cuales solo pueden acceder a algunas plataformas. En países como Honduras, los servicios más populares para este tipo de planes son WhatsApp y Facebook.
La supervivencia de Facebook radica por algo que llamado como el efecto en red.
Un ejemplo del efecto en red es lo que sucedió cuando la tecnología de teléfonos apareció. Al inicio, tener un teléfono no era muy útil. Sabemos que Alexander Graham Bell el 10 de marzo de 1876, hizo la primera llamada telefónica, para lo que necesitó dos aparatos. En ese tiempo el aparto era prácticamente inútil porque solo él lo tenía. No podía llamar a nadie más.
Pero lentamente más gente los fue adquiriendo, hasta que en nuestros días son algo cotidiano y nuestra vida sería muy difícil de concebir sin teléfonos, fijos o móviles.
Facebook es algo parecido, pero Facebook es un efecto en red que consume esteroides. Recordemos que cuando inició, para acceder a la red era necesario tener una cuenta de correo de la universidad de Harvard, hoy más de dos mil millones de usuarios de la red en el mundo.
Para muchas personas, Facebook es un álbum fotográfico, una agenda de contactos, un servicio de mensajes de textos, un organizador de eventos, un servicio de mensajería instantánea, una tienda en línea, un servicio de vídeo llamadas (entre otros) que hace millones de dólares a diario.
El número de usuarios registrados alrededor del mundo (gracias al efecto en red) ha hecho que Facebook pase de ser útil a ser necesario.
Las personas tendrían algunos inconvenientes si dejan de usar sus cuentas. Dejarían de darse cuenta de muchas cosas. De eventos, noticias en general y novedades específicos de su red de amigos. Se sabe que Facebook le recuerda del cumpleaños de sus amigos a mucha gente, por ejemplo.
Así que puede ser que la seguridad de los datos se haya visto comprometida y que la mayor parte de los usuarios pueda considerar cerrar sus cuentas para protegerse, tal vez no lo hagan porque van a perder todos los beneficios mencionados antes.
O tal vez sea el momento que otro servicio tome el lugar de Facebook. Lo cual tampoco es muy probable, porque a Facebook le tomó casi dos décadas construir una infraestructura tan robusta como la que tiene, porque lo cambiarse a otra plataforma puede suponer un riesgo aún mayor.